Gamificación: el futuro del aprendizaje
A pesar de que la gamificación no es un concepto nuevo, es en los últimos años que ha adquirido popularidad, especialmente en el sector de la educación. Esto se debe, en parte, a la creciente necesidad de mantener la atención de las nuevas generaciones y los avances tecnológicos.
Teniendo en cuenta lo anterior, los docentes cada día más prefieren una formación en grand master en enseñanza digital y gamificación, puesto que permite aprovechar los recursos actuales e innovar desde la pedagogía.
Sin embargo, la sociedad e incluso algunos docentes aún desconocen el potencial de la gamificación en la educación, por esto en este artículo se hablará de qué es exactamente y cómo aplicarla.
¿Qué es la gamificación?
Antes que nada, cabe aclarar que gamificación no es lo mismo que utilizar videojuegos en las aulas, método que también ha adquirido popularidad. Asimismo, los usos de esta no están limitados a la educación.
Así, la gamificación es la extracción de los elementos propios de la lúdica, generalmente los videojuegos, y su inserción en contextos ajenos al mismo. De este modo, se pueden ganar puntos, completar “misiones” para avanzar al siguiente nivel, obtener medallas, entre otros.
¿Por qué implementar la gamificación?
A medida que más y más docentes se animan a utilizar métodos de gamificación, se han observado numerosas ventajas frente a la pedagogía tradicional.
En primer lugar, aumenta el compromiso de los estudiantes. Al simular un juego y fomentar la competencia saludable, los estudiantes no solo se muestran más interesados, sino que incrementa su productividad con el fin de obtener puntos y medallas.
Por otro lado, según Zippia, portal de datos de Estados Unidos, empleados que aprendieron a través de módulos de e-learning gamificados, retuvieron un 40% más de los conocimientos.
Asimismo, las nuevas generaciones han crecido de la mano de la tecnología y los videojuegos. De este modo, el utilizar la gamificación da un sentimiento de familiaridad y diversión que las clases tradicionales no aportan.
El ambiente lúdico también reduce el estrés en los estudiantes, así como su miedo a fallar. La lógica de los juegos permite que el equivocarse sea visto como una curva de aprendizaje, del mismo modo que en un videojuego se realiza el mismo nivel una y otra vez, reflexionando sobre los errores previos, la gamificación posibilita los fallos sin generar vergüenza en el individuo.
Otra de sus ventajas es la visualización del progreso. Muchos estudiantes se frustran o pierden el interés al no obtener resultados inmediatos, sin embargo, la gamificación destaca el mismo ya sea a través de puntos, barras de progreso o pequeñas recompensas.
Ejemplos de gamificación
De hecho, la gamificación es más común de lo que se cree. Actualmente, muchas de las aplicaciones más famosas tienen principios de la gamificación. Por ejemplo, DuoLingo, una aplicación móvil para aprender idiomas, que en 2021 contaba con 37 millones de usuarios activos al mes.
DuoLingo ofrece puntos de experiencia, barras de progreso, logros e incluso tablas de clasificación en ligas, sin embargo, no es un juego móvil. Su enfoque siempre ha sido la enseñanza de lenguajes.
Otro software popular es Kahoot. Esta es una plataforma gratis, originaria de Noruega, donde los usuarios pueden crear cuestionarios y luego responderlos. La aplicación genera una puntuación de acuerdo a la velocidad de respuesta y de este modo escoge el ganador.
Asimismo, existen softwares diseñados para facilitar la implementación de la gamificación. Gizmo es una plataforma que permite la creación de juegos rápidos y personalizables, de esta manera, se establecen premios, puntajes y niveles de acuerdo a la necesidad de la empresa o docente.
Finalmente, es necesario tener en cuenta las necesidades de los estudiantes y que la finalidad es el aprendizaje, por lo tanto, todas las estrategias de gamificación se verán diferentes. Sin embargo, los estudios demuestran que, de ser utilizadas por un docente experto, se pueden esperar excelentes resultados.
